¡Está ardiendo en fuego después de su retiro! Ahora ¿qué hay que hacer para mantener este fervor y el don de Dios?
Grabar todo Escriba o grabe de audio o video toda la historia de su retiro: lo que sintió, lo que no sintió, lo que escuchó, lo que más le marcó, las sorpresas de Dios, etc. Tiempo después, le hará falta volver a leer estas palabras. Todo tendrá sentido después del paso de tiempo, y en algún momento de desánimo, las palabras que escribió serán de gran provecho.
Buscar apoyo Si no ha estado asistiendo a un grupo de oración en su parroquia, ¡hace falta! Es la manera ordinaria que el Espíritu Santo utiliza para mantenernos en el fervor y para seguir creciendo. Si no sabe de un grupo en su ciudad, contáctenos. En San Antonio de Padua, la parroquia del Centro, hay la misa de sanación a las 7 PM los martes antes de la reunión del círculo de oración de la parroquia, para los que viven cerca.
Seguir orando El retiro es un momento para aprender a orar, pero una habilidad tan importante no se aprende en un fin de semana: hay que seguir aprendiendo toda la vida. La misma lista de prácticas de oración y lecturas bíblicas en la página de preparación para el retiro sirve también en este momento. Es en este momento que la contemplación del Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles puede ser muy iluminador.
Servicio Jesús nos da el mandamiento de servir a los demás (Juan 13,14). La vida de un cristiano católico no es sólo de oración y bendición para uno mismo y para la propia familia: Jesús le llama a ir mucho más allá (Mateo 5,46-48).